En el mundo viven millones de personas sordas cuya primera lengua no puede ser una lengua hablada, por lo que adoptan formas alternativas de comunicación visual. Esto las lleva a desarrollar costumbres y valores peculiares, que tienden a convertirse en tradiciones. Eso entendemos como "cultura sorda".
Según estimaciones de la Federación Mundial de Sordos hay en el mundo cerca de 70 millones de personas con deficiencias auditivas. Un porcentaje no determinado de ellas tiene un lengua de señas como su principal medio de comunicación, y con ella, también, una cultura peculiar, que se distingue en el contexto de las comunidades mayoritarias oyentes donde los sordos habitan. Los especialistas que estudian ese fenómeno hablan de cultura Sorda.
Con ese rótulo se pretende definir costumbres y "textos" originados en el seno de comunidades no oyentes que se expresan mediante lenguas de señas. Entre ellos destacan los detalles de una cotidianidad en la cual se procura prescindir del sonido y manifestaciones artísticas basadas en el potencial estético de las lenguas de señas (teatro sordo, poesía visual, narración señada, etc.).
Así como las lenguas de señas varían considerablemente de país en país, también son distintas las culturas de las comunidades de personas sordas. Los sordos no forman comunidades determinadas geográficamente: viven en el seno de comunidades de personas oyentes mayoritarias, por cuya cultura están así mismo moldeados.
Sin embargo, existen al menos dos factores que determinan interesantes similitudes entre los sordos señantes de todo el mundo:
a) El primero de ellos es el uso de una lengua de señas como primera lengua. La modalidad visual de estas lenguas impone un modo similar de percibir y representar el mundo.
b) El segundo factor es la actitud discriminatoria que existe hacia las personas sordas por parte de los colectivos oyentes: la sordera es considerada una enfermedad, el sordo, un enfermo que debe ser curado. Esa visión ha confinado a los sordos, sus lenguas y sus manifestaciones culturales al ámbito de lo patológico.
Tales factores imponen interesantes similitudes culturales entre sordos provenientes de distintas partes del mundo.
Los estudios de la cultura sorda son bastante recientes. Las primeras menciones acerca del tema se remontan a principios de la década de 1980 (Padden 1980, Kyle y Woll 1985). La mayoría de ellos son descripciones técnicas de las producciones estéticas de esa comunidades, así como descripciones antropológicas de su vida cotidiana. No obstante, hay algunos estudios teóricos sobre el tema. En ellos se sugieren paralelismos entre la opresión sufrida por los pueblos no europeos con la expansión colonial y la historia de las comunidades sordas, especialmente desde el Siglo XIX hasta hoy. Es interesante comprobar la falta de vínculos que hay entre los teóricos que reivindican los derechos de las minorías (de género, étnicas, de discapacitados, etc.) y los que estudian el fenómeno de la sordera. Las referencias sobre este tema en español son aún escasas. Las pocas disponibles se encuentran en estudios dedicados a otros temas (educación, historia, etc.), aunque se va tratando este tema en varios trabajos de muy reciente publicación.