Funcasor, veinte años de trabajo en favor de las personas con sordera

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Funcasor

La Fundación Canaria para las Personas con Sordera 
(Funcasor) nace en 1992 como consecuencia de la unión de dos asociaciones de padres y madres de hijos con discapacidad auditiva, constituyéndose como una institución privada, de interés público y sin ánimo de lucro. Su misión es mejorar la calidad de vida de las personas con sordera y sus familias. Desde entonces la Fundación ha ofrecido servicios y programas educativos, sociales, laborales y culturales. Las cifras de atención prestada por la entidad a lo largo de estos más de 20 años hablan por sí solas: 30.000 personas atendidas. El Área de Empleo de Funcasor y el Centro Especial de Empleo de la Fundación, Laborsord SL, no se han quedado atrás al conseguir la integración laboral de 1.055 personas con discapacidad.
El vicepresidente primero y consejero del Área de Bienestar, Sanidad y Dependencia del Cabildo, Aurelio Abreu, en el transcurso de una visita realizada recientemente a la sede de la Fundación, ubicada en Tegueste, ha valorado la labor que lleva a cabo y ha destacado, especialmente, el esfuerzo por la integración laboral que realizan desde la empresa LaborSord.
Así, el vicepresidente primero y consejero insular alabó la ayuda que prestan a todas las personas sordas de la Isla y sus familias, e hizo especial hincapié en resaltar “su permanente búsqueda de soluciones adecuadas a las necesidades que se plantean para la integración en la sociedad de ese colectivo”.
Para la directora y gerente de Funcasor, María Belén Darias González, el balance no puede ser más positivo: “Cuando empezamos sólo éramos dos personas, ahora contamos con una plantilla de unos 70 empleados entre la Fundación y el Centro Especial de Empleo, de los cuales el 80% son personas con algún tipo de discapacidad”. Darias hace hincapié en que la discapacidad auditiva es la discapacidad invisible. “Como no se ve, es la más olvidada, cuando se habla de eliminación de barreras, siempre se piensa en obstáculos físicos pero casi nunca en las barreras para la comunicación”. Y es que la comunicación es algo fundamental para la plena integración de estas personas.
FORMACIÓN Y EMPLEO
El acceso a la formación profesional y al empleo son dos factores muy importantes para la integración social de estas personas, puesto que favorece su independencia y les permite disfrutar con mayor libertad de sus deberes y derechos como ciudadanos.Por ello, desde el Área de Empleo de la Fundación se proporciona el apoyo necesario para la adquisición de competencias personales, sociales y laborales. Como un tránsito hacia un empleo normalizado y como una fórmula de integración laboral para aquellos que necesitan un empleo protegido, el Centro Especial de Empleo Laborsord, dependiente de Funcasor SL, tiene la misión de facilitar el acceso a una ocupación a las personas con sordera en edad laboral y de acuerdo a las necesidades de los sectores productivos. Así, la empresa presta servicios de formación profesional ocupacional en manipulado de papel y cartón, jardinería, de agricultura ecológica, de limpieza y división de reposición de consumibles. En la actualidad, la plantilla esta formado por 52 personas, de las que el 87% tiene discapacidad.
En forma similar, Funcasor facilita el acceso a prácticas en empresas, con el fin último de garantizar el derecho al acceso al empleo y el mantenimiento del mismo, ofreciendo empleo con apoyo en los casos atendidos. “De esta labor se han beneficiado más 2.400 usuarios, de los cuales alrededor de 900 han conseguido acceder al mercado laboral”, apunta Belén Darias.
En el año 2012, le fue otorgada a Funcasor la Medalla de Oro de Canarias, como reconocimiento a la labor desarrollada por la entidad durante más de dos décadas. Funcasor cuenta con un Sistema de Gestión de la Calidad certificado por Aenor (Asociación Española de Normalización y Certificación) en la totalidad de las áreas de la entidad.
¿QUÉ ES LA SORDERA?
La sordera, en cuanto deficiencia, se refiere a la pérdida o anormalidad de una función anatómica y fisiológica del sistema auditivo, y tiene su consecuencia inmediata en una discapacidad para oír, lo que implica un déficit en el acceso al lenguaje oral. Partiendo de que la audición es la vía principal a través de la que se desarrolla el lenguaje y el habla, debemos tener presente que cualquier trastorno en la percepción auditiva del niño, a edades tempranas, va a afectar a su desarrollo lingüístico y comunicativo, a sus procesos cognitivos y, consecuentemente, a su posterior integración escolar, social y laboral. Es significativa la labor preventiva de la Fundación Canaria para las Personas con Sordera. Funcasor y la Fundación Canaria Doctor Barajas colaboran en la detección precoz de la sordera en las áreas en las que los servicios públicos no puedan satisfacer las necesidades de niños y adolescentes. Desde su creación se han beneficiado 349 personas.

“Importante labor en beneficio de la sociedad”

En la actualidad, Funcasor cuenta con dos sedes, una en Tenerife (Tegueste) y otra en La Palma (Los Llanos de Aridane), y ofrece diferentes servicios y programas a todas las personas con discapacidad auditiva que lo demanden, en todas las etapas de su vida, y también a sus familiares, “porque muchas veces sólo vemos a la persona con discapacidad y nos olvidamos de cómo lo sufren y cómo lo viven en su entorno, sobre todo en la familia”. Entre un amplio abanico de prestaciones, caben citar el servicio de apoyo familiar, a través del cual se ha atendido a un total de 667 familias; el gabinete logopédico, por medio del cual se potencia y desarrolla la comunicación oral; el servicio de información y asesoramiento, en el que se informa sobre los derechos que asisten a las personas con sordera y los recursos que la sociedad les ofrece; o el apoyo escolar para el desarrollo igualitario del alumnado sordo, “un servicio muy importante ya que las personas con discapacidad auditiva tienen muy limitado el acceso a la educación ordinaria al no estar adaptados los centros educativos canarios”. Desde el Centro Asistencial Helen Keller (en honor a la autora y activista política estadounidense y sordociega), Funcasor presta un especial servicio a las personas con discapacidad auditiva asociada a otras discapacidades, como la ceguera, y que presentan serias dificultades en la realización de las tareas de la vida cotidiana. Aquí se proporciona las habilidades necesarias para el desarrollo personal, social y laboral. Otro servicio, no menos importante, es el de intérpretes de lengua de signos española, que garantiza la comunicación entre personas sordas y oyentes a través de intérpretes expertos. Además, con el fin de contribuir a eliminar barreras de comunicación, Funcasor imparte cursos de lengua de signos para profesionales y público en general, adaptados a cada necesidad.“Funcasor hace un trabajo importantísimo en beneficio de toda la sociedad”, recalca Aurelio Abreu.