La Escuela para Sordos no tiene fecha de traslado a otro edificio

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Desde hace 10 años la comunidad educativa de la Escuela Especial para Sordos N° 31 "María Luisa Sesín” está a la espera de una solución definitiva a su problema edilicio. Si bien hace una semana se les había informado que serían trasladados a un anexo lindero al original local escolar –que desde el sismo de septiembre de 2004 permanece clausurado-, ubicado en San Martín el 100, la Dirección de Educación Especial no precisó fecha de mudanza, ni tampoco dijo si hay avances en la obra.

Mónica Torregrosa, directora de Educación Especial, aseguró que se está trabajando para mejorar las condiciones. Sin embargo, advirtió que resolver esta situación llevará un buen tiempo. "El traslado al anexo se va a realizar cuando estemos en condiciones de que se realice. Estamos trabajando en eso; no se puede dar un tiempo. El manejo de estos tiempos no depende de mí. Personalmente me estoy ocupando, junto con el Ministro (de Educación, José Ariza) y (el área de) Obras Públicas porque somos conscientes de que acompañamos en esta necesidad que tiene la Escuela para Sordos de volver a su lugar y de estar en mejores condiciones en cuanto al edificio escolar. No puedo decir si ya están en obra. Estamos trabajando para que se traslade. Si no es este año, va a ser a principios del que viene. Procuramos que sea lo antes posible”, dijo.
La funcionaria consideró que lo más importante es la respuesta que la institución brinde en la parte pedagógica. Según Torregrosa, la Escuela para Sordos tiene a la mayoría de los chicos integrados en escuelas comunes. "La mayoría de sus alumnos están integrados. No hay que pensar que las escuelas de educación especial son como las comunes, que tienen una gran cantidad de matrícula. Las docentes de Educación Especial se trasladan a las escuelas comunes. Los chicos van en contraturno y muchas veces no van toda la jornada a cumplir con toda una serie de actividades que ellos necesitan para sostenerse lo mejor posible, con el mejor rendimiento del estudiante en la escuela común. Somos conscientes de la necesidad de la Escuela para Sordos, pero no es la única que no tiene las condiciones edilicias adecuadas. Nos estamos adaptando para ofrecer el servicio de la mejor manera posible en las condiciones que tenemos. Estamos trabajando”, insistió.

En este sentido, la directora explicó que la imagen de una escuela de educación especial no debe ser la misma que la que uno tiene para una escuela común, con gran matrícula. "Al contrario, cuando vemos una escuela de educación especial con una gran matrícula, hay que pensar que se debe trabajar en la integración”, expresó.