Información sin
palabras y comunicación sin sonido para expresar la alegrÃa de vivir, además de
para informar de la situación que viven las personas silentes, fue parte de lo
que se vivió en la Marcha Mundial de Sordos que, al igual que en otras partes del
mundo, se realizó en Guadalajara.
A diferencia de otras manifestaciones que toman la avenida Alcalde, ésta -que partió desde la glorieta de la Normal hacia la zona centro- las consignas y los gritos para exigir se convirtieron en porras y muestras de algarabÃa que, muy a su estilo, recordaban a la gente que existen sordos que buscan romper las barreras de la discriminación.
A diferencia de otras manifestaciones que toman la avenida Alcalde, ésta -que partió desde la glorieta de la Normal hacia la zona centro- las consignas y los gritos para exigir se convirtieron en porras y muestras de algarabÃa que, muy a su estilo, recordaban a la gente que existen sordos que buscan romper las barreras de la discriminación.
Un contingente que superaba las 250 personas, según reportes oficiales, ocupó sólo uno de los carriles de la avenida para llegar a la Plaza de la Liberación, en donde se inició un festival en el que más que utilizar un altavoz se empleó un punto elevado desde donde un traductor informaba a los demás, mediante el lenguaje de señas, de lo que se decÃa a las personas que sà oyen.
Entre las exigencias que se hacÃan de modo abierto a la sociedad estuvieron la creación de mayores espacios para el desarrollo de las personas que, por diversas circunstancias que pueden ser congénitas o por alguna afectación, no pueden escuchar.
Además se recordó que esta falta de espacios dificulta el desarrollo de quienes viven con dicha discapacidad, pues se estima que del total de población sorda, que ronda en 80 mil personas, casi la mitad no sabe leer ni escribir.
Aunque se recordó que existen esfuerzos que han favorecido a que se comience a revertir esto, como las preparatorias de la Universidad de Guadalajara que imparten educación para silentes en conjunto con otros alumnos que sà escuchan, se hizo énfasis en que se requiere aumentar este número de espacios para dar servicio a toda la población que lo requiere y, sobre todo, se necesita acercar para que puedan contar con un mejor desarrollo.
Entre las exigencias que se hacÃan de modo abierto a la sociedad estuvieron la creación de mayores espacios para el desarrollo de las personas que, por diversas circunstancias que pueden ser congénitas o por alguna afectación, no pueden escuchar.