La diputada sorda Camila Ramírez, impulsa la realización del curso de Lengua de señas en la ciudad de Florida pero la idea es recorrer el país para conocer la problemática de la comunidad sorda de Uruguay.
La diputada nacionalista viajó a la Piedra Alta donde fue recibida por personas de la comunidad sorda como oyentes, todos preocupados para que pueda desarrollarse una capacitación en Lengua de Señas que hace ya más de un año se viene gestionando con el CINDE (Centro de Investigación y Desarrollo para la Persona Sorda).
Los floridenses sordos como sus familias han realizado todos los trámites correspondientes ante el Cinde pero uno de los principales obstáculos es precisamente la financiación pero además debe existir en cada departamento otro involucramiento de actores públicos centrales que reconozcan la necesidad de brindar estos cursos.
La diputada Ramírez llegó a la reunión con su intérprete, quien se encargó de traducir las respuestas de la legisladora.
Según expresó diario El Heraldo de Florida, la diputada precisó que como asesora en materia de discapacidad esta cumpliendo un objetivo claro, que es canalizar todos estos problemas hacia el Parlamento. Pero agregó que se encuentra estudiando cuál es la situación de todas las intendencias del país en esta materia, para luego ofrecer su ayuda.
“El objetivo es mejorar la capacidad de vida de las personas con discapacidad y que todos reciban apoyo”, destacó.
Ramírez fue enfática en la centralización de las políticas de discapacidad y reconoció la emergencia que se genera por ello en varias partes del interior del país.
“Yo creo que los problemas más graves están en el interior. La gente está pidiendo socorro”, expresó.
Otro gran problema que destacó es la exclusión que representa para las personas el hecho de que en la mayoría de las oficinas y edificios públicos no exista un intérprete de lengua de señas, a lo que añadió que no es algo que se solucione con talleres, sino que solo puede lograrse a través del cumplimiento de la ley”.
Por su parte Laura Casas, directora del Instituto LC, donde se realizó la reunión dijo que “la Lengua de Señas es la lengua de los sordos” y que existe la necesidad imperiosa para Florida, puesto que existen unas 130 personas incapacitadas para comunicarse con el resto, “muchos de los cuales son niños que luego tendrán impedido su acceso al mercado laboral. Por tanto este también es un problema de desarrollo para Florida.”