Glide vio la luz hace dos años, cuando buscaban ser la alternativa en videos a los servicios de mensajería como WhatsApp. Sin quererlo ni imaginarlo, se convirtió en un servicio de mensajería para sordos.
La razón es simple. Como la aplicación se concentra en el intercambio de videos, pueden intercambiarlos utilizando lenguaje de señas y de esta manera comunicarse a través de sus teléfonos móviles.
Si bien el grupo de jóvenes emprendedores israelíes la crearon en 2013, la app comenzó a tomar fuerza en la comunidad sorda de Estados Unidos cuando en agosto del año pasado llegaron a las 10 millones de descargas.
Y si bien este no era el objetivo inicial, este joven grupo de innovadores tecnológicos ya están trabajando para mejorar la aplicación. Jonathan Cara, el fundador de la app, aseguró que se encuentran trabajando para agregarle nuevas funciones que sean útiles para sus usuarios sordos. Uno de los objetivos es poder agregarle subtítulos automáticos al lenguaje de señas.