Un profesor de la Universidad de Gallaudet ha advertido que las personas sordas amenazan a la comunidad con “genocidio cultural” porque la lengua de señas desaparecerán.
Teresa Blankmeyer, profesora que es la primera mujer sorda al recibir su doctorado en filosofía, advierte que las personas sordas pueden curar o eliminar la sordera por la avanzada tecnológica.
El uso de la terapia génica para curar la sordera hereditaria daría lugar a un número menor de niños sordos, reduciría la cifra de las personas sordas para sobrevivir y adaptar a la comunidad sorda.
Los investigadores buscan las maneras de tratar la sordera que no es sinónimo de apoyo a la discriminación contra las personas sordas.
La comunidad oyente dan las ventajas para los sordos ya que la mayoría de los niños sordos nacidos de padres oyentes han tomado los valores y normas de una sociedad construida para escuchar a la gente, no se dan una elección libre su derecho como una persona sorda de nacimiento, los padres oyentes eligen para tener una calidad de vida a sus hijos.
Este sesgo de la cultura auditiva puede verse afectada, critica la terapia génica para eliminar la sordera porque los niños sordos que reciben la terapia fénica pierden la opción de unirse a la comunidad sorda.
Es fundamental de tener cuenta que el posible impacto de la pérdida de identidad en los niños nacidos con sordera hereditaria cuya sordera es para ser curado por terapia génica.