Mi madre me llevaba al doctor para explicar o saber porque mi actitud es así, según ellos, soy sorda por la rubeola durante el embarazo de mi madre. Al principio, lloraban porque creían que yo no tendría futuro como ellos.
Unos meses después, me regalaba un audífono para escuchar y hablar mejor.
Desde ese día hasta a los 7 años, he ido a la fonoaudiología para hablar bien con las fonemas y las palabras.
Viste que ahora pude escribir, leer, pensar y hablar.