Poppy cumplió lo que sería en los humanos 114 años. Vivía en Bournemouth (Reino Unido) con su dueña, Jacqui West, la cual contaba que el animal está ciego y sordo.
Poppy falleció el viernes pasado tras un problema con las patas traseras y una infección de agua. Jacqui dijo que aunque la familia sabía que llegaría este día, están devastados por su pérdida.