La crisis deja sin sus terapias a niños sordos de Córdoba

Unknown
crisis deja sin terapias

El recorte en las subvenciones a la Asociación Cordobesa de Padres de Niños Sordos Bilingües les deja sin poder pagar la sede donde los menores realizan sus terapias y aprendizaje diarios.
La asociación ha pedido al Ayuntamiento la cesión de un espacio donde poder llevar a cabo su trabajo con el inicio del próximo curso en septiembre.
"Si los niños no reciben su terapia todos los días pierden su futuro", señalan desde la Asociación.

Desde hace  varios años, todas las tardes, después de la jornada en el colegio, la Asociación Cordobesa de Padres de Niños Sordos Bilingües (ACPANSBI) abre las puertas de su sede para que trece menores reciban a diario terapia, aprendizaje y apoyo escolar. A día de hoy, los recortes en las subvenciones públicas han hecho que los responsables de la asociación echen el cierre a su sede ante la imposibilidad de pagar el alquiler y, con ello, los menores que aquí son tratados se quedan sin un centro donde recibir su terapia.
En 2012, habían recibido una subvención del Ayuntamiento de Córdoba de aproximadamente 1.600 euros más una ayuda de la Consejería de Salud y Bienestar Social de 4.000 euros para el mantenimiento de su sede. En este año 2013, la convocatoria de la Junta acaba de abrirse para solicitar la ayuda para el centro y la del Ayuntamiento "no se ha abierto ni sabemos si se abrirá", explican, con lo que la situación que se encuentran a fecha de hoy es que no tienen recursos para poder afrontar el pago del alquiler de su sede para el próximo curso.
"Si los niños no reciben su terapia todos los días pierden su futuro", cuenta a eldiario.es/andalucia la presidenta de ACPANSBI, Inmaculada Simón, para explicar el alcance de la situación. Porque esta asociación posibilita que, con el trabajo voluntario de sus socios, los menores que tienen deficiencias auditivas reciban a diario clases de lengua de signos, logopedia y también apoyo escolar, materias "fundamentales" para que sigan sus estudios al mismo nivel que sus compañeros oyentes y para que la integración con ellos sea real.
De hecho, en esta asociación los alumnos reciben una educación bilingüe -lengua oral y lengua de signos-, de manera que los niños sordos puedan comunicarse y expresarse, conocer y reconocer el mundo, y gracias a ello, desarrollar al completo sus habilidades lingüísticas, cognitivas y sociales para "poder desarrollar su vida de forma normal", argumenta Simón.
Ahora, con el cierre del centro en el que sólo quedan cajas embaladas con todo el material didáctico y el mobiliario listo para ser retirado, la asociación busca una solución para que el próximo curso puedan seguir trabajando y que los pequeños no sufran un retraso en su educación que sería difícil de recuperar.

Petición de cesión de un local público

Hasta el momento, han mantenido reuniones con la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Córdoba, explica Simón, a quien solicitan la cesión de un local "donde nosotros nos ocuparíamos del mantenimiento y podríamos llevar a cabo nuestras terapias".
Pero "de momento, no tenemos ninguna respuesta afirmativa", explica con preocupación la presidenta de la asociación. El Ayuntamiento, por su parte, no ha emitido hasta el momento ninguna respuesta al respecto. "Para nuestros niños todos los días cuentan" y, por eso, "nuestro esfuerzo y nuestro trabajo es por y para ellos". 
La presidenta de ACPANSBI junto a las cajas embaladas listas para dejar su sede.
La presidenta de ACPANSBI junto a las cajas embaladas listas para dejar su sede.
"Somos conscientes de que las administraciones no pueden darnos dinero en la situación económica en la que estamos, pero sí hay locales públicos vacíos que podrían cedernos", afirman desde la asociación.
"No entendemos que, tras años de trabajo duro, y en casi todos los casos voluntario y altruista que se ha hecho desde la asociación, ahora nos encontremos con que nadie quiera ayudarnos en esta situación y que los niños se encuentren sin tratamiento el próximo curso", añade.

Una tarea diaria 

Con un nuevo local, la tarea diaria e imprescindible para los niños de ACPANSBI sí sería posible, puesto que con la cuota anual que pagan los socios y algunas actividades benéficas que organizan para recaudar algo de dinero, ellos se hacen cargo del mantenimiento y del pago de los recibos ordinarios que una sede necesita. Porque, además, aumentar la cuota de 70 euros anuales que pagan ahora las familias se hace imposible también por la crisis, ahora que "muchos socios están en el paro", dice Simón.
Por eso, los padres y madres de niños sordos llaman a la sensibilización sobre su situación y esperan que alguna puerta se les abra antes de septiembre. Su actividad se debería iniciar, de hecho, antes incluso del comienzo del curso, con el trabajo necesario de adaptación del material escolar y otros recursos a las necesidades de los menores.
Dicen que no pierden "la esperanza" de encontrar una nueva sede antes de septiembre pero, mientras, Inmaculada Simón señala también su cabeza porque "la razón y la situación" les dice que, de momento, no tienen un lugar para desarrollar su tarea en el futuro.