"Ellos se molestan cuando se les agrega una discapacidad que no tienen, son gente sorda y no sordomuda. Sólo que para ellos hablar no tiene significancia”, explicó Ana María Marconi, presidenta de la Asociación de Intérpretes de La Paz.
Su trabajo no sólo es el de interpretar entre la gente sorda y la que oye, también es sensibilizar a la gente de cómo debe referirse a este grupo de personas con discapacidad. Sin embargo, no hay las suficientes intérpretes para ayudar a la gente sorda.
"Quizás solicitar para futuro en diferentes lugares intérpretes en instituciones públicas y privadas, como en los hospitales, donde es difícil comunicarse”, pidió Óscar Rodríguez, presidente de la Asociación de Ssordos La Paz (Asorpaz). Otra sugerencia es implementar una materia de la lengua de señas en los colegios para que de esa manera sea más fácil comunicarse.
"Creo que nosotros no hemos convivido con la diferencia y por eso nos impacta. Actualmente con los tropezones que hay se promueve el tema de la educación inclusiva, entonces nuestros hijos sí conviven con la diferencia, la aceptan y aprenden”, explicó Marconi, cuando se habla del trato a estas personas.
Elizabeth Jiménez es una de las pocas intérpretes de la ciudad de La Paz y hace siete años se desempeña como tal, actualmente trabaja con Rodríguez.