Premiarán libro para sordos de la editorial colombiana Tragaluz

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La Feria Infantil de Bolonia, Italia, les otorgará un premio por su innovación y aporte social.

El mundo silencioso de las personas con discapacidad auditiva es representado a través de las letras e ilustraciones poéticas de la editorial Tragaluz.

El proyecto literario paisa busca incluir a las personas sordas en el mundo de la literatura. Por su innovación y aporte social el próximo mes recibirá un premio en la Feria del Libro Infantil de Bolonia (Italia).



Se trata de la novela corta ‘Mil Orejas’, un escrito que narra lo que sienten las personas que no escuchan. Narra la historia de Rosa Emilia Posada Londoño (Rosita), una amiga de Pilar Gutiérrez, quien convirtió las palabras de su compañera en un relato.

Las imágenes que acompañan la narración fueron creadas por el diseñador gráfico e ilustrador Samuel Castaño.

Para realizar el proyecto fue necesario conformar un equipo de trabajo integrado por personas no oyentes, intérpretes de lenguaje de señas y la editorial.

“Cuando empezamos teníamos claro que ‘Rosita’ entendía la historia, pero surgió una inquietud y me pregunté ¿qué pasará con los otros sordos. Sí lo entenderán? Finalmente ese era el objetivo del libro”, comentó Gutiérrez, autora del texto y directora de Tragaluz editores.

Para responder su duda, ella se comunicó con alguien sordo, quien después de leer el texto le dijo que no entendía nada.

“Fue un golpe en la mitad del proceso. Él me explicó que para los sordos es muy difícil leer. La mayoría estamos errados en creer que como ellos no son ciegos pueden ver la palabra o que les es fácil leerla”, añadió.

Según expertos las personas con discapacidad auditiva no tienen la misma relación con la palabra que tienen las que normalmente escuchan, por este motivo ellos no entienden algunas construcciones de las frases y en especial las figuras literarias.

Este suceso le dio un giro al texto, llevándolo a integrar tres formas de comunicar: el lenguaje de señas, el escrito y la ilustración, dando un toque artístico y diverso al libro.

“La imagen no podía ser obvia ni tampoco indescifrable. Debía estar ligada al poema y en sintonía con lo que Pilar estaba contando, pero también aportar elementos e ideas nuevas para expandir el sentido simbólico del libro”, explicó Castaño que con su talento en diseño, lo consiguió.

El resultado fue una novela corta con la que las personas no oyentes se identifican. Un relato poético que se enriquece de sentido por medio de la imagen y un proyecto incluyente que acerca a las personas sordas a la literatura y representa sus emociones y su forma de ver el mundo.

“Creo que ‘Mil Orejas’ es un pequeño acercamiento a otras formas de percibir y sentir el mundo. Se nutre del valor que hay en la diferencia y creo que eso hace que quien lea el libro vea en los sordos a personas altamente sensibles y con una forma muy bella de sentir y habitar el mundo”, expresó Castaño.

Paralelo con el proceso de elaboración del libro se produjeron unos videos para que las personas con discapacidad auditiva que no entendieran el texto se pudieran acercar a través de la imagen en movimiento.

“Ahora investigamos sobre cómo empezar a sacar libros para ellos. Porque el sordo que aprende a leer bien, finalmente, puede leer cualquier libro, pero en esos primeros pasos del proceso de lecto-escritura necesita herramientas como imágenes y lengua de señas”, explicó Gutiérrez.

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