Los adolescentes actuales, por lo general, tienen puestos los auriculares mucho tiempo, y eso produce un daño importante. "Adoro escuchar música todo el tiempo, y a veces a bastante volumen, para eliminar todo lo demás", dijo Chad Hurst, un adolescente. Para los adolescentes es una forma de vida.
"Lo hago casi todos los días durante algunas horas, como cuando voy al gimnasio", declaró Jade Porter, un usuario frecuente de auriculares.
Los médicos del Instituto Nacional de Salud, NIH por la sigla en inglés, dicen que los adolescentes actuales tienen una pérdida de audición un 30 por ciento mayor que los de las décadas de 1980 y 1990. "Lo creo, ya que siento que mi audición no es tan buena", dijo Porter. La pérdida de audición ocurre porque el oído interno recibe una y otra vez la agresión de sonidos superiores a los 85 decibeles.
"Les sorprendería la suavidad de los 85 decibeles", señaló Michael Page, un especialista en audición del Primary Children's Hospital. Cuando se está en el consultorio del médico para un análisis de audición, 85 decibeles no suenan como en el iPhone. "En la mayor parte de los conciertos de rock de nuestros días, el nivel de decibeles supera con facilidad los 100, y a veces llega hasta los 120", dijo Page.
Pero es la agresión sonora diaria durante períodos prolongados la que Page afirma que tiene un profundo impacto en los nervios del oído. "Cómo responden al sonido se basa en la cantidad de sonido, en el volumen de ese sonido", declaró Page.
Es por eso que Page hace las siguientes recomendaciones: "Si podemos reducir el tiempo que nos vemos expuestos a ese sonido, y si podemos aumentar esa distancia, aumentan también las probabilidades de proteger la audición", dijo Page.
En cuando a Hurst, va a comenzar a proteger un poco más sus oídos.